¿Por qué tiene que
llover justo ahora?
Ahora que salgo de
casa y nada me protege,
y el frío de tu
aliento es hielo afilado y azul
como las moscas.
¿Por qué tiene que
llover en este mismo momento?
En que los topos
escarban húmedos túneles en mis entrañas,
en que se mueren
los pájaros
colgados de mis costillas como murciélagos secos
colgados de mis costillas como murciélagos secos
sobre el tálamo.
¿Por qué tiene que
llover en el preciso instante en que yo no decido trazar mis caminos,
en que toda verdad
se hace líquida y desborda los conceptos aprendidos durante años y horas,
en ese momento
justo en que cualquier estrella lejana es infundada?
¿Por qué tiene que
llover el día en que mis recuerdos se vuelven cavernas que,
excavadas en la roca
milenaria, son cobijo de la oscura y asombrosa soledad de los hombres?
¿Por qué tiene que
llover en el momento preciso en que los edificios de cada ciudad se corrompen
y el estrépito se
alza hasta el cielo que escupe abiertamente su risa macabra?
¿Y por qué allí
justamente, en ese lugar concreto,
donde los pobres
mortales no somos más que polvo que se levanta en los pantanos,
y los pájaros
mueren y sobreviven los topos
escarbando ciegos el
vacío donde se abre el triángulo?
Allí justo donde tu
boca es el último recuerdo borrado
que habita en la
caverna más profunda de la roca más alta y escarpada
en el preciso
momento en que las olas, cuajadas de espuma, ya no pueden tocarlo.
Un poema incalculable.
ResponderEliminarNecesario.
Bello.
Gracias. A ti, siempre.
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